Al otro lado del mundo, tras los muros de los templos budistas tailandeses, durante siglos fue transmitida de generación a generación un sistema de terapia corporal basado en una sabiduría milenaria: el masaje tailandés.
A diferencia del masaje sueco, conocido como “masaje clásico”, el masaje tailandés va más allá de trabajar únicamente en el cuerpo físico, y se rige por la forma en la que nuestra energía natural fluye por nuestro cuerpo. En este sentido, su forma de trabajo es parecida a la digitopuntura china.
Sus resultados son una profunda sensación de relajación y bienestar, equilibrio, y mejor salud en general.
De las manos de el o la masajista, el cuerpo se relaja mientras recibe trabajo de presión sobre sus líneas y puntos de energía, y una larga variedad de estiramientos. La combinación del trabajo de presión y estiramientos resulta en una profunda sensación de bienestar y en la energización de todo el cuerpo.
El masaje se realiza sobre ropa cómoda, sin aceite, y sobre una colchoneta en el piso.
Al masaje tailandés se le conoce también como “yoga pasivo” o “masaje yóguico tailandés”, por un lado porque trabaja sobre las mismas líneas de energía que el yoga, y por otro, porque su repertorio de posiciones y movimientos guarda gran parecido con las posturas de yoga.
Las tradiciones orientales consideran que el ser humano es un reflejo de la energía existente en el universo. Así, la filosofía que dio origen al masaje tailandés explica que nuestra energía debe estar en balance con la energía del universo para que nuestro cuerpo, emociones y mente encuentren armonía.
El masaje apunta a restaurar la energía del cuerpo, removiendo bloqueos y energía estancada, liberando tensiones superficiales y profundas. Cuando la energía corre libremente, tensiones, rigidez y dolores crónicos pueden ser dejados atrás. Además, libera al cuerpo de emociones negativas que frecuentemente se almacenan en él en la forma de contracturas o dolores.
Sus efectos curativos lo convierten además en una práctica poderosa en caso de malestares específicos, en especial dolor de espalda, de hombros, cuello o rodillas, dolores de cabeza, malestares menstruales y digestión lenta. Un masaje terapéutico específico indicado tradicionalmente se aplica en cada caso. Hoy hemos traído el masaje a Lima y te invitamos a pasar por la experiencia de recibirlo.
En la tranquilidad de nuestro departamento en Barranco, en Sentidos Thai te espera un auténtico masaje tailandés.